«Creo en Dios y soy diverso practicante.
La diferencia me nutre.
Dios no me pide SER quien no soy.
La aceptación de la diversidad me enseña que la Común Unidad se encuentra más allá de las particularidades personales, se encuentra en SOLO DIOS y en los pensamientos de Dios.
Respetando mi diversidad, respeto la del otrx y puedo pedir respeto.
Unirme junto a mis hermanxs en la COMÚN UNIDAD no lleva a la uniformidad.
No creo en el miedo a lo diferente sino en el Amor a la plenitud de lo diverso.
El espíritu de Dios enseña a convivir en el respeto.
Bendito seas mi Señor, Bendito sea mí ser diferente y Bendito el ser diferente de mis hermanxs.»