Principio y Fundamento

El fundamento de mi vida es encontrar momentos, al menos cada semana, donde estar agusto conmigo mismo, parar momentáneamente y mirar lo que me pasa, lo que hice o me hicieron, tomarme el pulso y poner nombre a cómo estoy, cómo me siento e intentar responder por qué.

El fundamento de mi vida es sentir fluir una fuerza, empeño y tesón en mi trabajo hasta caer enfermo, a pesar de las dudas existenciales que a veces siento a propósito de si es este el lugar donde quiso ponerme Dios para construir su Reino.

El fundamento de mi vida es no tirar la toalla y seguir apostando por mejorar la relación con gente por la que no siento confianza. Cultivar ser yo mismo, mostrarme como soy y sentirme con ánimo y fortaleza para ser libre de discrepar abiertamente a pesar de mis miedos.

El fundamento de mi vida es encontrar tiempo para estar y escuchar a mis padres y descubrir las muchas cosas que me quieren decir.

El fundamento de mi vida es saber reconocer y agradecer el trabajo de otros, aceptando que no puedo llegar a todas las personas y situaciones a las que me gustaría.

El fundamento de mi vida es reconocer que tengo más miedo que vergüenza para iniciar y mantener una relación de pareja. Que en algunos aspectos me reconozco un adolescente afectivo y que tengo miedo a crear expectativas que no pueda cumplir sin darme espacio a conocer o explorar.

El fundamento de mi vida es saberme de mi Señor por encima de todo, a pesar de no acertar a discernir qué quiere de mí.


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