El fundamento de mi vida es descubrir que Dios cuida de mí. Que aunque no siempre lo vea, en medio de las dificultades se encuentra a mi lado sosteniéndome y trabajando por mí. El fundamento de mi vida es descubrir que aunque me empeñe en buscar sentido fuera de mi trabajo, se encuentra también en él, aunque piense que hay otros trabajos más volcados hacia los demás. El fundamento de mi vida es saber que Dios me acompaña en las situaciones difíciles que trae la vida, aceptar que tarde o temprano nos llegan y que es siempre posible sacar algo bueno de ellas. El fundamento de mi vida es saberme fragmento de la luz de Dios en el mundo, cuya radiación llega más allá de a quien veo o escucho, porque estamos todos interconectados. El fundamento de mi vida está formado por momentos puntuales en los que siento que mi corazón arde. Destellos de felicidad en los que personas, situaciones o momentos, hacen latir mi corazón con más fuerza.