Una nueva fecha que añadir a la pequeña historia del matrimonio igualitario. Si el 29 de marzo se celebraban por fin las primeras bodas civiles, este sábado 12 de abril tuvo lugar en Bournemouth la primera boda religiosa con validez civil desde que entró en vigor la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra y Gales. Las contrayentes fueron Jan Tipper y Barb Burden, una pareja de lesbianas que llevan 19 años de vida en común y que pertenecen a la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, una iglesia inclusiva.
La Iglesia de la Comunidad Metropolitana es una iglesia protestante fundada en 1968 por el reverendo Troy Perry (un antiguo pastor baptista que fue expulsado por homosexual). Desde el principio se ha definido como una iglesia inclusiva y abierta a todas las personas con independencia de raza, sexo, identidad de género u orientación sexual. Desde sus orígenes se ha ido extendiendo desde Estados Unidos a otros lugares del mundo, y aunque no deja de ser una iglesia minoritaria su expansión es continua. De hecho está presente en España desde hace un par de años (hace ahora un mes nos hacíamos eco precisamente de la polémica que había generado un acto celebrado en Madrid con participación de dicha iglesia y de la Iglesia Evangélica de España).
En Reino Unido la Iglesia de la Comunidad Metropolitana se ha distinguido precisamente por ser una de las confesiones religiosas que de manera más activa ha luchado por la aprobación de una ley de matrimonio que permitiera a las iglesias que así lo desearan ser autorizadas a celebrar bodas entre personas del mismo sexo con validez civil, algo a lo que accedió el Gobierno británico salvo para la iglesia de Inglaterra y iglesia de Gales, ambas anglicanas. Otras confesiones que así lo pidieron son el movimiento unitario, el Movimiento por el Judaísmo Reformado, el Judaísmo Liberal, los cuáqueros (que llevan reclamando desde 2009 que el matrimonio religioso entre parejas del mismo sexo sea reconocido civilmente por el Reino Unido) o de la Federación Pagana británica.
Varios de estos grupos llegaron a reunirse en septiembre de 2011 en Edimburgo para solicitar al Gobierno escocés (que inició su proceso de aprobación del matrimonio igualitario antes que el Gobierno de Londres) que permitiera la celebración de estos matrimonios, considerando que su prohibición suponía una “importante intrusión” del estado en la libertad religiosa. De hecho, la ley escocesa de matrimonio igualitario mejora en este aspecto a la ley inglesa, en tanto que no establece blindaje religioso para ninguna iglesia: en Escocia todas las confesiones tendrán libertad para decidir si quieren permitir el matrimonio religioso igualitario, si bien ningún ministro de ninguna confesión podrá ser forzado a celebrarlo contra su voluntad.
¡Nuestra enhorabuena a las recién casadas!