Quiera mi Señor recibirme junto a ese lugar humilde, hermoso y gracioso; un lugar provisional poco instalado. Trayendo a mi memoria un misionero en la República Centroafricana, en medio de un estado de guerra. Contemplando ese lugar provisional, humilde, hermoso y gracioso en que este misionero plantó la bandera del Resucitado en medio de la pobreza extrema y un estado de excepción y emergencia.