Agradeciendo tener personas de referencia en mi vida. Personas que en ocasiones no veo con frecuencia pero que están ahí cuando uno las necesita. Para preguntar y contrastar, para compartir, para acordarse y recordar. Personas que no me dan necesariamente la razón sino que con cariño me cuestionan, hacen el esfuerzo de comprenderme y me hacen caer en la cuenta de otros puntos de vista. Gracias por estar siempre ahí, Dios me muestra su rostro más humano y divino a través de ellas. Gracias.