Perdón, perdón, Señor

Perdón, perdón, Señor. Individualismo, corazón endurecido, insensibilidad ante el sufrimiento ajeno, omisión, inconsciencia. No saber ni querer saber, no querer estar cerca, ni saber lo que los demás necesitan. Os doy un corazón nuevo y un Espíritu nuevo, dice nuestro Dios. Saco de vuestro pecho un corazón petrificado y os regalo un corazón que vive.