Hoy, jueves 31 de marzo, nuestro hermano Álvaro nos invita a orar mirando a la historia, una historia de autodescubrimiento de la libertad.
En 2007, la Asamblea de las Naciones Unidas designó el 25 de marzo como el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas
de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos. Con esta celebración en mente, que rememora una ignominia histórica
sangrante, infligida por unos seres humanos sobre otros, se nos invita ahora a reflexionar sobre el concepto mismo de libertad,
el antónimo por excelencia de la palabra esclavitud.