UTOPÍA (Eduardo Galeano)
Ella está en el horizonte.
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos
y el horizonte se corre
diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine
nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve:
¡para caminar!
Lucas 3 2ss
Siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados; Y verá toda carne la salvación de Dios.
Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.
Silencio
Escuchad esta sorprendente y gozosa noticia: el Señor viene, se acerca, está llegando. Aunque es de noche y la oscuridad nos borra el camino, la esperanza es la antorcha que nos alumbra para seguir caminando.
Alegraos, pues, el Señor viene, está llegando.
L1. Despertad ya de ese pesado letargo, abrid los ojos para reconocer a los heraldos de la Gran Noticia que se están acercando a las puertas de la ciudad; bajad todos los puentes levadizos, y asomad vuestra alegría desde el alfeizar de la ventana. Porque, contra la espesura de la noche,la luz del alba viene derritiendo las sombras y anunciando la emergencia de un sol radiante.
TODOS: ¡“Marana tha”, ven, Señor Jesús! Que tu presencia nos ayude a llenar el vacío de tantas utopías muertas; y a restaurar la insatisfacción por tantas esperas frustradas. Desde la indecisa luz del alba te esperamos, Señor.
L2 Te esperamos con el corazón abierto a lo insospechado como María la de Jesús; Con los oídos pegados a las nuevas melodías como Isabel de Aín Karín; con la mirada penetrante de José de Nazaret, para descubrir, en el fondo de la historia, el lugar donde Dios anida; con la humilde sumisión al misterio de Zacarías de Jerusalén cuando ya las certezas no bastan.
TODOS: ¡Marana tha, ven, Señor Jesús! Te esperamos como la tierra reseca espera la lluvia bienhechora; como las piedras que hacen sonoro el cristal del río gritaremos con alegría tu llegada.
L1. No viene el Señor por el descuido y el desprecio de las cosas: por el grifo de agua siempre abierto, ni la batería del coche siempre encendida; por la acera de casa sucia, ni el armario y la despensa reventando de lo que nos sobra. El Señor viene por la sobriedad y el cuidado esmerado de las cosas y de la Tierra, en la que somos una sola familia y una sola comunidad.
TODOS: Cuando tú vengas, Señor, la tierra será un jardín; el desierto, un hontanar de agua fresca; y los campos reventarán de espigas y de vida. ¡Ven, Señor Jesús!
L2. No vendrá el Señor por el escabroso atajo de la injusticia: por la explotación del emigrante y el desahucio de los hogares; por la apropiación de los recursos y la exclusión de los pobres y los sin-techo.
El Señor Jesús viene por la distribución justa y equitativa de los bienes y el compartir con el pobre y necesitado lo nuestro hasta que nos duela.
TODOS: Cuando tú vengas, Señor, nuestra ciudad será una gran familia donde todos nos tratemos con respeto y compasión, donde todas y todos nos descubramos hermanos.¡Ven, Señor, Jesús!
L1. No vendrá el Señor por el camino del odio, de la guerra y la muerte: no vendrá por la violencia de género, la xenofobia y la exclusión de los diferentes; tampoco vendrá por el racismo y la homofobia. El Señor viene por la cultura de la tolerancia, de la acogida y la amistad; vendrá, sobre todo, por la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación. El Señor vendrá siempre en el amor.
TODOS: Cuando tú vengas, Señor, el emperador envidiará el lugar del siervo; las religiones serán una fiesta de hermandad; y la Iglesia se habrá convertido al Evangelio. Nuestra casa, será la casa de la acogida y del servicio mutuo, de la esperanza y la alegría, de la paz y del amor sin fronteras. ¡Ven, Señor Jesús!
ORACIÓN POR LA COMUNIDAD LGTB.
Te pedimos, Señor, por todo el colectivo lgtb. Ten presente sus dificultades, sus gozos y sus esperanzas. Que sepan de tu presencia y de tu amor incondicional. Y concédenos a nosotros, que en medio de este colectivo, nos mostremos como cristianos valientes, con coherencia de vida y con criterios evangélicos, para poder ser signo de tu amor entre quienes no te conocen y te rechazan, por tener una imagen distorsionada de ti.
Señor Jesucristo, te pedimos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTB, por todos aquellos hermanos que sufren la soledad, que son perseguidos, que no son aceptados en su entorno. Te pedimos y te damos gracias por CRISMHOM, para que construyamos Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTB de Madrid.