Ojos de Dios Airados

Santa Teresa probablemente supo del protestantismo por las circulares de Felipe II para pedir rezos para favorecer las empresas bélicas.
Frente a la visión de la época del infierno, para Teresa no había cosa más dolorosa que «ver los ojos de Dios, del amigo, airados». El infierno para Teresa es la pérdida definitiva de la amistad. Teresa sentía mucha pena de las almas que se condenan y en particular de los protestantes. Porque en la época, vivir fuera de la iglesia, en un estado de excomunión era muy doloroso porque la salvación no era posible fuera de ella. Afortunadamente, Dios no sigue nuestras definiciones, hace lo que quiere.


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