Tú sales a mi encuentro, tú estás allí, Tú estás en todas partes, Tú haces de la oscuridad luz y de la noche día. Por eso todo es claro para ti. Señor, Tú me has creado, Tú me has hecho un corazón para ti.
Nunca podré terminar de darte gracias, por todas las maravillas que has hecho en mí y en todas las cosas. Son más que las arenas del mar porque no se pueden contar.
Señor, te he descubierto, ya NO estoy SOLO. Jamás, jamás te cansarás de amarme, TU AMOR ES UNA MARAVILLA.
Señor, yo también te quiero conocer,quiero escuchar tu palabra. Yo a veces no sé lo que quieres decir, pero veo tu amor por nosotros. Señor, yo también te quiero, mira mi corazón. Tú sabes lo bueno y lo malo y Tú sabes que te quiero. Abre mi corazón y llénalo de Ti. Te quiero conocer como Tú me conoces a mí. No me dejes solo en el camino, llévame de tu mano y GUÍAME HACIA TI (Sal 138).