«Quien tenga miedo a andar, que no se suelte de la mano de su madre.
Quien tenga miedo a caer, que permanezca sentado.
Quien tenga miedo de equivocarse de camino, que se quede en casa.
Pero quien haga todo eso ya no podrá llamarse ser humano, porque lo propio del ser humano es arriesgarse.
Podrá decir que ama, pero no sabe amar, porque amar es ser capaz de arriesgar por otros».
Tagore