Esta oración tuvo lugar el jueves 27 de diciembre de 2012 y está dedicada a la Navidad. Padre, somos hijos tuyos y venimos a ponernos en tu presencia, levantamos la mirada de nuestro corazón hacia ti y te pedimos que nos escuches e inclines tu oído y todo tu ser hacía nosotros y todos los miembros de Crismhom.
Nos congregamos en oración ante el Señor como miembros y simpatizantes de CRISMHOM, comunidad cristiana de diversidad sexual y de carácter ecuménico, desde la que queremos vivir nuestra fe en unión con nuestra orientación afectiva; ambas son parte esencial de nuestra vida porque con ellas materializamos el amor, cualidad humana recibida de Dios.
Amamos a Dios sobre todas las cosas y queremos seguir el modelo de vida que Jesucristo nos dejó en el Evangelio con el convencimiento de que Dios nos ama y que jamás negaría una cualidad humana creada por Él, sino que nos ha regalado las diferentes orientaciones afectivas, porque son muchos y muy diversos los caminos de la salvación.
Desde CRISMHOM nos unimos y apoyamos en nuestros objetivos de integrar fe, orientación afectiva e identidad de género en todas las facetas de la vida, de aceptarnos y ser aceptados y de superar la incomprensión de las Iglesias y de tantos cristianos que nos rechazan por nuestra condición sexual y de colectivos LGTB que nos rechazan por ser cristianos.
Nacimiento de Jesus, nuestro Salvador (dos coros)
– ¿Qué celebramos? El amor de Dios. Es preciso meditar incesantemente en el Padre que nos amó desde siempre por medio de su Hijo y lo envía a nuestro encuentro; meditar en Jesús que comparte con nosotros la gloria del Hijo Unigénito asumiendo la condición de Siervo; y meditar en el Espíritu Santo que es el obrero de la encarnación y del nacimiento de Cristo en nuestros corazones por la fe.
– ¿Cuál tiene que ser nuestra participación? Acoger con sencillez y alegría desbordante la misericordia de Dios que ha visitado a su pueblo, a todos y cada uno de nosotros, a toda la humanidad. El amor no se impone, solicita la respuesta libre del hombre convocado a la amistad y a la Alianza. Para hacerla posible, Jesús se humilla y viene como un hermano en medio de sus hermanos.
– Desde que Dios misericordioso por su Espíritu nos ha hecho hijos suyos en el Hijo y desde la acogida de esta misericordia por la fe, la presencia de Jesús en el pesebre es para nosotros la “morada” de Dios entre los hombres, con nuestras vidas hemos de contribuir a manifestar este misterio.
– En el pesebre Dios nos ha nacido y está en cada uno de nosotros, es Navidad. En el pesebre Dios se hace sencillo y se encuentra contigo porque es Navidad. En el pesebre Dios nos reúne y está con nosotros, en nuestras oraciones y compromisos, que para eso es Navidad.
– Pero Dios nació a las afueras de Belén. Dios viene para salvar a todos pero especialmente se hace presente en los pobres que viven al margen de la sociedad (mundo rural, personas solas y enfermas, víctimas de los malos tratos, prostitutas y gente sin hogar, familias rotas, jóvenes desorientados, ancianos abandonados y niños manipulados, inmigrantes, drogadictos y encarcelados, trabajadores precarios , parados, homosexuales…) “Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta …” . Por ello el misterio del pesebre en el que nace Jesús será el símbolo para organizar nuestra vivienda, nuestros vestidos y nuestras comidas, nuestras vidas.
– La contemplación de Jesús en el pesebre tiene que dar sentido a las relaciones con nuestros hermanos. Pastores y magos se encuentran como en su propia casa. Acogen y reciben la Noticia, salen al encuentro y buscan, aportan lo que tienen y son guiados por la luz que brilla en Belén. Aquel acontecimiento ya es suyo: una nueva fraternidad, “¿no lo notáis?”.
Nuevas relaciones, fraternales, porque los días de Navidad deben pasar de ser fiestas consumistas a ser fiestas fraternales por:
– La alegría desbordante y sencilla que brota de dentro del corazón, la austeridad hecha estilo de vida, la caridad cristiana especialmente para con los pobres y los que sufren, la reflexión honda y la oración profunda y comprometida. Realizada con los hermanos y a solas, animada por la Palabra de Dios; ella es nuestra fuente de vida.
– Y sigue siendo Navidad en cada historia, en cada casa, en cada vida que se abre al Misterio. En cada verbo que se hace eco de las palabras de amor auténtico, de justicia y de paz. En cada gesto que arropa al débil en su desposesión. En cada mensaje que hace que los pastores de todos los tiempos se sientan un poco menos excluidos; en cada mago de Oriente que planta cara a las convenciones y a los poderosos para buscar, en el portal, la grandeza oculta. Sigue siendo Navidad en mi vida, en tu vida, si dejamos que el evangelio acampe en nuestras estancias.
¿Qué hay hoy, aquí y ahora, de navidad verdadera en mi vida?
¿Qué sentido tiene para mi la Navidad? ¿Cómo la celebro?
¿Qué llamadas percibo en estos textos para celebrar la Navidad como experiencia de sabernos amados por Dios?
Desde la contemplación del misterio de Belén, ¿Qué voy a hacer para que la celebración del nacimiento de Cristo tenga un rostro más fraterno y menos consumista en mí, en mi entorno, en mi familia?
Canto
SALMO 62:
El alma sedienta de Dios
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Salmo 100
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad a su presencia con vítores. Sabed que el Señor es Dios, él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias, bendecid su Nombre: El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad de edad en edad.
Carta a los Filipenses
Tened siempre la alegría del Señor; lo repito, estad alegres. Que todos reconozcan vuestra clemencia. El Señor está cerca. Nada os preocupe. Antes bien, en vuestras oraciones y súplicas, con acción de gracias, presentad a Dios vuestras peticiones. Y la paz de Dios, que supera la inteligencia humana, custodie vuestros corazones y mentes por medio del Mesías Jesús. Por lo demás, hermanos, ocupaos de cuanto es verdadero, noble, justo, puro, amable y loable, de toda virtud y todo valor. Lo que aprendisteis y recibisteis, y escuchasteis y visteis en mí ponedlo en práctica. Y el Dios de la paz estará con vosotros. Pues mi Dios, según su riqueza y esplendidez colmará vuestras necesidades por medio del Mesías Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea la gloria por los siglos de los siglos.
Ecos de las lecturas.
Canto: Gloria a Dios en el cielo
Evangelio según San Lucas
Por entonces se promulgó un decreto del emperador Augusto que ordenaba a todo el mundo inscribirse en un censo. Éste fue el primer censo, realizado siendo Quirino gobernador de Siria. Acudían todos a inscribirse, cada uno en su ciudad. José subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a la Ciudad de David en Judea, llamada Belén –pues pertenecía a la Casa y familia de David–, a inscribirse con María, su esposa, que estaba encinta. Estando ellos allí, le llegó la hora del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no habían encontrado sitio en la posada. Había unos pastores en la zona que velaban por turnos los rebaños a la intemperie. Un ángel del Señor se les presentó. La gloria del Señor los cercó de resplandor y ellos se aterrorizaron. El ángel les dijo: —No temáis. Mirad, os doy una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy os ha nacido en la Ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Al instante se junto al ángel una multitud del ejército celeste, que alababan a Dios diciendo: —¡Gloria a Dios en lo alto y en la tierra paz a los hombres que él ama! Cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían: —Crucemos hacia Belén, a ver lo que ha sucedido y nos ha comunicado el Señor. Fueron aprisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho del niño. Y todos los que lo oyeron se asombraban de lo que contaban los pastores. Pero María lo conservaba y meditaba todo en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto; tal como se lo habían anunciado.
Silencio. Un espacio para reposar la lectura. 10 minutos más o menos.
Canto
Peticiones y acciones de gracias.
Acción de gracias comunitaria
Señor Jesucristo te pedimos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTB, por todos aquellos hermanos que sufren en la soledad, que se sienten solos, que son perseguidos, que no son aceptados en su entorno más cercano y te damos gracias y pedimos por Crismhom, para que construyamos Reino y, seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTB de Madrid.
Padre Nuestro.
Oración final.
Canto