Sin saber qué quiere Dios de mí, pero con ánimo y disposición convergente a hacer su voluntad. Desde el mucho hacer y el poco contemplar, hoy encuentro tiempo y espacio de contemplación. Hoy, como María, la hermana de la hiperactiva Marta, me llevo la mejor parte. Gracias, porque hoy nadie me la arrebatará, aunque el resto del tiempo no pare de hacer.