Hola, me presento. Soy alguien de Madrid, habitual de Crismhom desde hace más de un lustro. Católico, ecuménico, gay, algo silencioso con la voz ―pero no tanto con los dedos―. Converso, como tantos otros. Como Bradomín, feo, católico y sentimental. No he matado del todo a mi antiguo Ego ateo agnóstico, me gusta hablar con él y darle cariñosos pescozones. Le llevo ahí pegado como a un siamés. Me gusta esta imagen de la película Acción Mutante. Álex y Juan son hermanos siameses, pero uno de ellos resulta muerto en el lejano planeta Axturias. Así somos los conversos, arrastramos muerto nuestro viejo yo inmanente materialista no-creyente.
Sospecho que tengo riquezas que debería compartir con vosotros. Espero humildemente, pero sin enorgullecerme de mi humildad, servir con mis palabras a alguien; que algo de lo que escribo os sirva, nos valga para nuestra comunidad de Crismhom, para esta página. Me gustará escribir acerca de gaísmo, de ecumenismo, de respeto y encuentro, de alegría, de nuestra vida cotidiana, nuestra zanja cotidiana de cada día; y también de esa otra Vida, He venido para que tengáis vida, y vida en abundancia. Juan diez diez.
No me gustan mucho las palabras, words words, words, sólo son palabras contesta Hamlet a Polonio. A través de esta pantalla no puedo deciros más. La verdad es que me gustaría poneros aquí un enlace para que os descarguéis -usuarios de Mac- un .dmg que te vuelve cachotas musculado sin levantar mancuernas y además te blanquea los dientes. O un .exe ejecutable para las usuarias de Windows que te enciende el optimismo, te ayuda a escuchar mejor a las demás, a comprenderlas, y con el que puedas sentirte más saludable y chispeante, un ejecutable de milagros. O un Java que perfuma las habitaciones o el entorno de cualquier móvil, celular, tableta o equipo. No.
Sólo vulgares palabras os puedo dar.
Hablando de blogs… Normalmente en La Red buscamos un término, se nos redirige al blog de alguien que desconocíamos, y ese blog nos alumbra o peor, deslumbra. El autor nos parece arrogante lejano, no siempre se le puede interpelar, a veces hasta anónimo; asusta su verborrea dominando su tema. Por nada quisiera yo que pareciera esto cuando me leáis. Es más, dudo que así sea. Y en esta paǵina somos interpelables; venid por Barbieri dieciocho y nos vemos.
Una pareja que me obsesiona: Jesús y la alegría. Evangelio, literalmente «Buena Noticia», justo lo contrario que cualquier telediario o titular de prensa.
Personalmente me he excomulgado. Estoy bautizado y confirmado, paso regularmente por la confesión, pero soy un pecador estructural, este párrafo 2359 me da problemas porque mi comunidad es Crismhom pero también son mis comunidades cercanas en cada momento. Mi hombre y yo no queremos ser piedra de escándalo tropiezo para nadie.
No soy casto, estoy emparejado, quiero ser congruente y coherente. Me pongo en la cola y al llegar a Jesús digo al sacerdote: bendígame padre, o hago la comunión espiritual desde el banco porque no puedo comulgar.
Me despido con una broma algo cruel sobre esta pantalla con que me lees:
Antes de internet, amable era quien te escribía una carta.
Después de Internet, amable es quien se lee la carta.
La Red ha servido para volver a empujar el acto de la lectura, que antes de irrumpir ella andaba peligrosamente flaco. Ahora la red es un universo casi infinito de páginas. Que esta de Crismhom nos alimente. ¡Gracias por leerme! Paz & Bien.