Ya no será el sol tu luz en el día, ni te alumbrará en la noche la claridad de la luna, porque el Señor será tu luz perpetua y tu Dios, que es Amor, su esplendor.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los ciegos da: Dios es el puerto más cierto y si habéis hallado puerto, no busquéis estrellas ya …