El proyecto de Jesús: las bienaventuranzas.
A veces me ha costado bastante ver estos dichos del Señor como un proyecto. Igual porque las he leído desde una gran carga moral: como yo deberia ser. Hasta que tomé conciencia de que todas estas frases, admirables, son en realidad un retrato de cómo es el mismo Jesús.
Creo que hoy al leer este pasaje evangélico se nos llama a leerlo despacio, e ir dibujando la persona que sale de él: Jesús es realmente el misericordioso, el limpio de corazón, el que espera en su llanto porque sabe que será consolado, el que trabaja por la paz…
Hoy se nos llama a darnos cuenta de cómo es el Señor, y a pedirle que nos identifiquemos cada uno con Él.
Contemplar este Evangelio es contemplar a nuestro Señor.
Os invito a leer despacio este pasaje. Y a pedir descubrir aquí a nuestro Dios, para poco a poco hacer nuestra esa forma de ser.
Mateo 15,1-19