Creemos con el corazón, creemos cuando amamos, amamos cuando creemos en los demás y en Jesús. Conformándonos a veces con pequeñas luces, luces parciales y momentáneas, la fe es el encuentro con Jesús mismo, la luz que ilumina toda nuestra existencia, la que nos hace llegar a límites inimaginables. Gracias, Señor, por aumentar nuestra fe.