¡LA VIDA se las trae constantemente!
¿Alguien puede decir que, si estamos abiertos, no nos sorprende a todo momento?
Pues no perdamos la capacidad de asombro ni la apertura.
Ser «viviente practicante” llena de colores y consume el alma.
Ser «luz y faro» cada día es el pago apropiado por el aire que se consume, la vida que se nos ha dado y los regalos divinos recibidos.
Vive, Respira, Sirve, Recibe y Da.
¡Consúmete en todos tus colores verdaderos!