La asamblea general de la Iglesia presbiteriana de los Estados Unidos ha aprobado actualizar su definición de matrimonio para incluir las uniones entre personas del mismo sexo y permitir que sus pastores oficien bodas allí donde estas tengan validez legal. La decisión, que debe ser refrendada ahora por los presbiterios, supone un hito por lo que a la normalización del matrimonio igualitario en el ámbito religioso se refiere. Con sus 1,8 millones de fieles, la Iglesia presbiteriana es una de las confesiones cristianas más importantes de Estados Unidos.
La asamblea general ha votado por 429 votos a favor y 125 en contra que el matrimonio pase de ser considerado solo una unión entre un hombre y una mujer a una unión entre dos personas en la Constitución de la Iglesia. Es cierto que los partidarios del cambio han hecho alguna concesión (en vez de definir el matrimonio como unión de “dos personas” se hablará de “dos personas, tradicionalmente un hombre y una mujer”), pero la importancia del gesto es indudable. La decisión debe ser ahora refrendada por la mayoría de los 172 presbiterios en que está dividida esta iglesia, un proceso que puede llevar un año pero en el que no se esperan sorpresas.
La asamblea general de la Iglesia presbiteriana ha votado igualmente a favor de que sus pastores puedan oficiar bodas entre personas del mismo sexo en aquellos estados donde sea legal. En este caso, el resultado ha sido de 321 a favor y 238 en contra. Esta segunda decisión es de aplicación inmediata, quedando a criterio personal de cada pastor el celebrarlas o no.
Estas decisiones se producen después de que en asambleas anteriores, en 1999 y 2008, se prohibiera a los pastores celebrar estos matrimonios. Fue en 2010 cuando otra importante votación dejaba ya claro que esta importante iglesia protestante había iniciado el cambio de rumbo en materia LGTB, al aprobar la ordenación de pastores abiertamente gays (decisión refrendada por los presbiterios en 2011). En 2010 la asamblea general presbiteriana también discutió la aprobación del matrimonio igualitario, que entonces fue rechazada por un estrecho margen.
Este proceso ha tenido lugar no sin tensiones entre conservadores y progresistas. Además de la concesión ya mencionada en la definición de matrimonio, hay que recordar la decisión de 2010 dio lugar al abandono de unas 350 congregaciones (algunas en ciudades importantes). A pesar de todo, esta iglesia sigue siendo la denominación presbiteriana más numerosa del país, con 10.038 congregaciones y 1,8 millones de miembros (hay que tener en cuenta que puede haber más de una iglesia organizada que pertenezca a una misma confesión protestante).