Seguramente conozcáis las Coplas, a la muerte de su padre, de Jorge Manrique. Hay una que hoy va dedicada a cirujanos plásticos, multinacionales de la belleza, entrenadores de zumba, crossfit, spinning y demás zarandajas físicas, aeróbicas y anaeróbicas,
Aunque la estrofa tiene quinientos y pico de años, ahí nos queda esa duda para ejercer nuestra libertad. ¿Qué cara, qué piel trabajaremos, la Señora del Alma o la cautiva del cuerpo? En la época de Jorge sólo se podía cuidar la del alma.
¡Paz y bien, abrazos!
[ Añadido. Colton Burpo, niño que según parece volvió, tras una experiencia cercana a la muerte, del Más Allá, vino comentando que allí todo el mundo parece veinteañero. Enlace hacia un triste escéptico sobre Colton. ]