Ilusiones y regalos del demonio

Estos efectos que he dicho a la postre (la humildad de no creerse más por linaje u honra) son de personas ya más llegadas a la perfección y a quien el Señor muy ordinario hace mercedes de llegarle a Sí por contemplación perfecta. Mas lo primero, que es estar determinados a sufrir injurias y sufrirlas aunque sea recibiendo pena, digo que muy en breve lo tiene quien tiene ya esta merced del Señor de tener oración hasta llegar a la unión; y que si no tiene estos efectos y sale muy fuerte de ellos de la oración, crea que no era la merced de Dios, sino alguna ilusión y regalo del demonio, porque nos tengamos por más honrados (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección 36, 11).


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