I Fiesta de las familias: «Juntos acompañamos en la diversidad»

Este artículo es una crónica de la participación de CRISMHOM en la I Fiesta de las familias que tuvo lugar el 29 de octubre de 2017 como respuesta a la invitación de la Parroquia de Nuestra Señora de Milagro de San José (Salamanca). El título de esta fiesta es: «Nuestras familias: cultura del corazón. Juntos nos acompañamos en la diversidad». En particular, CRISMHOM participó en el taller «Soy gay/lesbiana. ¿Tengo sitio en la Iglesia?».

SOY GAY/LESBIANA ¿TENGO SITIO EN LA IGLESIA?

De este modo, los responsables de la organización del evento, llamaron al espacio que se dedicó para abordar esta realidad que está en todas partes, y por lo tanto, también en la Iglesia, por medio del “Café y mesas de testimonios-diálogo”.

Las personas  de Crismhomque tuvieron encomendada la tarea de participar en el mismo, fueron Margarita Benedicto y Luis Mariano González.

La llegada a la ciudad de Salamanca, se realizó el sábado día 28 a las 12.30. En la estación de autobuses, nos esperaba el párroco para darnos la bienvenida y la acogida en la casa de los jesuitas, donde estuvimos alojados durante el fin de semana.

El haber llegado antes y poder compartir espacios, nos sirvió para ir conociéndonos previamente y recabar información acerca del origen de esta I Fiesta de las Familias, y antetodo,  sobreel interés mostrado hacia el colectivo LGTBI y su presencia en la Iglesia.

En la mañana del domingo 29, participamos en la eucaristía celebrada en la parroquia junto a la comunidad.

Nos invitaron a comer con las familias de la parroquia en el pabellón del colegio, y pudimos degustar un maravilloso cous-cous elaborado por una familia de origen musulmán. También hubo paella. Entre plato y plato, nos fuimos presentando a quienes se nos acercaban o nos acercábamos.

A las 16.00, en una de las aulas de la parroquia, nos juntamos las personas que participamos en el “café y mesas de testimonio-diálogo”.  Éxito de convocatoria. El espacio se quedó pequeño. Alguno tuvo que sentarse en el suelo al estar todas las sillas ocupadas y no caber más.

El coordinador hizo una breve presentación del por qué de este espacio en la parroquia. Entre los motivos expresados, se verbalizó  que era una realidad sentida en la comunidad, y que se desconocía mucho de la misma. Se tuvo como referencia la exhortación apostólica Amoris laetitia, y la invitación que realiza el Papa Francisco a prestar acompañamiento a los matrimonios y a las familias que en algún aspecto parecen estar fuera de la norma.

Asimismo, expresó que se reconoce que la novedad de esta exhortación, es la actitud de acompañamiento. Son conscientes de la complejidad de la vida familiar, pero acentuaron mucho más la necesidad de que las comunidades  estén cerca de las personas sin importar la situación en que se encuentren o lo alejados que se puedan sentir de la Iglesia.  Expresaron que querían poder comprender, sin juzgar, los problemas y las diferentes situaciones reales de las familias en general y de las personas en particular.

Nos presentamos y se hizo una breve descripción de qué es CRISMHOM y cuál su misión respecto al colectivo LGTBI+H en Madrid, y cómo para poder ir construyendo Iglesia en los márgenes, se ofrecen desde la asociación diferentes servicios apostólicos (Oración ecuménica, celebración de la Palabra, eucaristía, grupos de fe y vida, de jóvenes, de madres y padres, servicio de escucha a personas con dificultades para compatibilizar fe y orientación sexual, sesiones de formación, acompañamiento espiritual…) y todo lo que el Espíritu Santo nos vaya inspirando para dar Mayor Gloria a Dios y una suave caricia a los hermanos y hermanas que se nos acerquen heridos o no por ser lesbiana, gay, bisexual o transexual.

Suscitó mucho interés, el que una madre heterosexual y creyente participara activamente en la creación del Reino de Dios, mediante su compromiso con CRISMHOM, habiendo sido elegida por los socios comprometidoscomo miembro de la Junta Directiva, además de promover un grupo de madres y padres de personas LGTBI en el que poder ir reflexionando, formándose  y rezando juntos. Se plantearon interesantes preguntas por parte de los participantes, en su mayoría, matrimonios jóvenes y jóvenes catequistas, y algunas de las personas mayores de la comunidad.

Ante la pregunta que daba título al espacio compartido “Soy gay/lesbiana ¿Tengo sitio en la Iglesia?”, se respondió que las personas con identidades LGTBI siempre hemos estado, estamos y estaremos en la Iglesia, pues Dios mismo es el que nos soñó como somos, y nos sentimos invitados e invitadas a ser y dar luz desde nuestra realidad,  para ir generando comunidades cristianas inclusivas, en las que nadie tenga que sentirse marginado y rechazado, en las que nadie tenga que hacerse pasar por lo que no es (passing), y esa tarea, se vería cumplida en la medida en que se vayan creando espacios amables en las que el amor y el respeto fueran los pilares para acoger a los que aman y sienten de manera diferente.

Se animó a conocer esta realidad mediante el estudio, a ir de la mano de las ciencias, para poder comprender que se trata de una minoría  afectivo-sexual que expresa la diversidad humana, que puede aportar y aporta riqueza en el cuidado del amor y la fidelidad, y serun testimonio vivo en las comunidades creyentes.

Entre las muchas preguntas que nos realizaron, se nos preguntó directamente cuál era la aportación del colectivo LGTBI a la Iglesia, y la respuesta fue, que a pesar del sufrimiento causado por la institución a lo largo del tiempo, permanecemos leales a la santa Iglesia y a la jerarquía,y podemos ser también un referente válido para las comunidades, siendo fieles a Jesús, amando y cuidando a la Iglesia, en la que aprendimos a conocerle, amarle y seguirle.

Otros participantes manifestaron su tristeza por el daño causado en la Iglesia a las personas LGTBI y su voluntad de comprometerse activamente para cambiar esta situación.

Algunos jóvenes expusieron su interés por conocer mejor Crismhom y por la posibilidad de constituir  en su ámbito un grupo cristiano inclusivo.

Quedamos emplazados a mantener el contacto entre nosotros y a posibilitar nuevos encuentros.

Se finalizó este café-diálogo-testimonio con una ronda en la que los que quisieron pudieron expresar con una palabra los sentimientos suscitados, las intuiciones,  mociones,  deseos….

Se destacan las siguientes:

  • Desafío, mucho por aprender y por hacer.
  • Romper esquemas.
  • Dignidad/aceptación.
  • Acción reparadora de Cristo.
  • Normalidad.
  • Libertad de expresión.                       
  • No enjuiciar.                                                     
  • Tolerancia. No se han ido.                               
  • Comunidad.                                         
  • Seguimiento/Leer.                              
  • Amor a Dios.                                        
  • Amor a la Iglesia.                                 
  • Mirar con todos los colores.              
  • Gracias.                                                  
  • Mirar con otros ojos.
  • Crear grupo LGTBI.
  • Visibilidad y amar.
  • Educación.
  • Que quepan todos.
  • Valentía/Esperanza.
  • No juzgar.
  • Fuerza del seguimiento.
  • Estudiar/Conocimiento.

Los diferentes talleres abordaron realidades vividas en la parroquia, y se  pusieron en común a modo de evaluación  públicamente en la Plaza del Museo del Comercio, cercana a la parroquia. Hubo actuación musical por parte de unos chavales de la parroquia. El ambiente festivo hizo que todo fuese muy fácil y sentirnos como en casa.

Consideramos que la experiencia ha sido intensa y rica en reflexiones, puntos de vista expresados, dudas y esperanzas para el futuro.

Por el eco recibido, percibimos un profundo agradecimiento por haberles presentado esta realidad que parte de Dios y vuelve a Dios, y tenemos la sensación que puede iniciarse  un trabajo de futuro con condiciones de posibilidad en la parroquia.

La comunidad de los jesuitas nos acogió con mucha generosidad y su hospitalidad hablaba del Amor que Dios nos tiene.

Hemos vuelto con la convicción de que queda mucho por hacer, pero también de que se están dando pasos importantes para acabar con esta dolorosa exclusión y discriminación en la Iglesia y de que Dios alienta nuestro camino.


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