Humilde y obediente

Acompañando a un Jesús adulto, uno entre muchos, despojado de su condición divina, cumplidor de los planes de Dios, humilde y obediente servidor. Invirtiendo tiempo y ganas en hacer las cosas bien. Contemplando a Jesús hacia un destino inexorable. Nadie me quita la vida, soy yo quien la da voluntariamente.


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