«Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso». ¡Cuánta esperanza infunde esta frase! A pesar de todo, de todo lo malo y todo lo bueno, estoy tranquila, en paz. Doy gracias por lo bueno recibido, porque en verdad fue gratuito, un regalo. Pido perdón por lo malo y estoy perdonado.