Intentando aclarar cosas que ya están claras. Pensando en dar explicaciones por cosas que ya están explicadas. Contemplando entendimientos que entienden, oídos que escuchan, con el deseo de que lo difuso se haya hecho claro y lo ambiguo explicado. Dándose tiempo entretanto, con cosas importantes que nos trascienden y agradeciendo el cariño fraterno de hermanos en Cristo.