Hermanita Magdelaine. Un carisma universal hasta llegar hasta la inter-religiosidad. En medio de la ternura entre los más pobres, el denominador común es tener un hondo sentido de la vida y experimentar un deseo intenso de fraternidad.
Vivir las reformas y cambios desde abajo, desde fuera y desde dentro. Jesús de Nazaret escogió el último lugar y ese puesto ya nadie se lo podría arrebatar. Desde lo pequeño entre los más pequeños. Saliendo a las fronteras para tender puentes. Cayendo de bruces ante el Señor, para poder respetarse y hacerse respetar en el resto de situaciones de la vida. Aprendiendo a compartir solidariamente el tiempo tras un día de intenso trabajo.