Contemplando mi situación actual y haciendo un ejercicio de memoria agradecida en los últimos años. El agradecimiento nos hace vivir con muchísima fuerza, ánimo, alegría y esperanza. Desde el agradecimiento, nuestra soledad es una soledad acompañada. Contemplando el Salmo 22 («El Señor es mi pastor, nada me falta»). ¿Por qué caminos me ha llevado el Señor? Necesitamos espacios verdes. ¿Qué me falta? ¿Hacia dónde me siento conducido? ¿Siento que el Señor repara mis fuerzas? ¿Siento que ha estado Dios presente en mi vida o acaso he estado yo solo?