El mensaje más importante en una conversación se transmite a través del silencio. Palabras acompañadas de tonos, gestos, miradas y lenguaje no verbal. Se trata de escuchar lo que no se oye: el bullir de la vida que irradia el sol, el quejido de las hojas al ser pisadas, el latido de la savia que asciende por un tallo, el temblor de los pétalos al abrirse acariciados por la luz. Cuando hablemos, procuremos que nuestro silencio sea mejor que nuestras palabras. Cuando baste una palabra, evitemos un discurso. Cuando baste un gesto, evitemos las palabras. Cuando baste una mirada, evitemos el gesto. Cuando baste un silencio, evitemos incluso la mirada.