¿Es posible modificar la homosexualidad?

Se retracta el autor del principal estudio que apoya la posibilidad de modificación de la homosexualidad en Estados Unidos.

El Dr. Robert Spitzer se disculpa con la comunidad gay por el famoso estudio sobre los ‘Ex-Gay’ de 2001.
En una carta al Dr. Ken Zucker obtenido exclusivamente por “Truthwinsout”, el Dr. Robert Spitzer se disculpó, en un hecho sin precedentes, con la comunidad gay – y las víctimas de la terapia reparativa, en particular – por su infame, ahora repudiado, estudio de 2001 que afirmaba que si estaban «muy motivados», los homosexuales podían pasar de gay a heterosexuales.
Hace unos meses el Dr. Zucker dijo: he dicho que a causa de una revisión de mi estudio de 2001 sobre la “terapia reparativa” para cambiar la orientación sexual, estaba considerando enviar un escrito público que reconociese que estaba de acuerdo con que las críticas principales hacia ese estudio, en gran medida, eran correctas. La carta dice así:
La Pregunta básica de investigación. Desde el principio fue: «¿Puede alguna versión de la terapia reparativa lograr que las personas puedan cambiar su orientación sexual de homosexual a heterosexua?». Al darme cuenta de que el diseño del estudio hace imposible responder a esta pregunta, yo sugiero que el estudio podría ser visto como una respuesta a la pregunta, «¿cómo los individuos bajo terapia reparativa podrían describir los cambios en la orientación sexual?» – una pregunta no muy interesante.
El defecto fatal en el Estudio es que no había manera de juzgar la credibilidad de lo que relataban los sujetos sobre el cambio en la orientación sexual. Yo ofrecí varias (poco convincente) razones por las que era razonable suponer que los informes de los sujetos del cambio eran creíbles y no era un auto-engaño o puras y simples mentiras. Pero el hecho es que no había manera de determinar si lo que contaban los sujetos sobre el cambio era válido.
Creo que le debo a la comunidad gay una disculpa por mi estudio haciendo afirmaciones no comprobadas sobre la eficacia de la terapia reparativa. También pido disculpas a cualquier persona gay que perdió tiempo y energía experimentando algún tipo de terapia reparativa, porque creían que yo había demostrado que la terapia reparativa funcionaba en algunos «individuos altamente motivados».
Robert Spitzer.
Doctor de Medicina
Profesor Emérito de Psiquiatría
Universidad de Columbia
Zucker, a quien la carta de Spitzer está dirigida, es el editor de la revista Archives of Sexual Behavior, la revista en la que se publicó el estudio de Spitzer originalmente en 2001. En ese momento, el estudio fue una sorpresa creando una tormenta mediática que captó enormemente la atención en Estados Unidos. El doctor Spitzer fue la última persona en Estados Unidos que uno habría esperado que realizase un estudio que reforzase las afirmaciones de los  ‘ex-gay’, después de todo, él en 1972-73  había liderado la propuesta de eliminar la homosexualidad de la lista de los trastornos mentales en el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría. A principios de este mes (abril 2012), el Dr. Spitzer asestó un golpe fatal a los programas de ‘ex-gay’, al renunciar oficialmente a su estudio en un artículo en American Prospect. Esta renuncia rompe uno de los últimos cabos al que se agarraban los defensores de la terapia ‘ex-gay’
La disculpa el Dr. hacia las víctimas de «orar para alejarse de ser gay» y la comunidad LGBT marca un momento decisivo en la lucha contra el mito «ex-gay» mito. Lo felicitamos por ello, porque no sólo va a solidificar su legado como un médico respetado y figura histórica importante, y ayudará a acelerar en gran medida el día en que el flagelo que es la “terapia reparativa” sea erradicado para siempre y las personas LGBT pueden vivir abiertamente, honestamente , y fieles a sí mismos.
Para José María Núñez, presidente de Fundación Triángulo: “Esto marca un nuevo hito en la lucha contra la ignorancia y el fanatismo, contra la tortura de las personas a través de técnicas de lavado de cerebro. El Obispo de Alcalá de Henares, aquí en nuestro país, es sólo un instrumento más de la represión intolerante. Las supuestas cartas que publica de gais que han dejado de serlo tienen el mismo valor que las de las afirmaciones de las personas controladas por una secta, que siempre dicen estar ahí por su propia voluntad. Eso está ya muy estudiado, se llama lavado de cerebro, y lo hacen muy bien las organizaciones sectarias. Si el Obispo de Alcalá quiere le podemos recomendar varias lecturas de personas que afirman haber sido controladas por técnicas sectarias en diversas ramas de la Iglesia Católica, como el Opus Dei, los legionarios de Cristo, etc, hay muy buenos libros con documentación sobre ello. Esos testimonios sí que son absolutamente escalofriantes.”
Artículo tomado de www.truthwinsout.org

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