Descubriendo quién soy tras un taller de autococimiento utilizando el método del «eneagrama». Cayendo en la cuenta de que mis compulsiones internas cuando no estoy centrado, responden a un esquema de personalidad de libro, donde se indican todos los matices de cómo pienso y siento. Hoy doy gracias a Dios por haberme creado así, descubriendo que somos muchos los que así funcionamos y que somos de oro.