En este XXX Domingo del tiempo ordinario, ya con las pilas puestas estamos de lleno metidos en las diversas actividades que conforman el día a día de nuestra comunidad. Además comenzamos una nueva andadura de la mano de una nueva Junta Directiva elegida en Asamblea el 13 de octubre.
El Evangelio de hoy nos habla de Bartimeo, un ciego que no ve; no ve colores, ni formas, ni rostros; está sumido en la oscuridad más absoluta, pero la ceguera de los ojos de su cara no le impide tener confianza en lo que Jesús puede hacer por él y no está dispuesto a renunciar a ello.
Caminemos juntos para evitar posibles cegueras en nuestra comunidad y ayudemos al mundo a acabar con las cegueras del miedo a lo distinto, del miedo a la diversidad.
Sois tod@s bienvenid@s a la mesa del amor fraterno. NOS VEMOS EN LA CELEBRACIÓN MENSUAL DE LA EUCARÍSTÍA EN LA PARROQUIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA