
Estamos en el II Domingo de Pascua.
Bienvenidos al comienzo del tiempo de Pascua, TIEMPO DE FE.
Durante los tres años de vida pública, los Apóstoles fueron descubriendo su fe a través de hechos: milagros, curaciones, parábolas, etc. Nosotros acudimos a los hechos de nuestras respectivas iglesias: concilios, tratados teologales, para poder creer.
La incredulidad que hoy manifiesta el apóstol Tomás en el evangelio es muy próxima a la que muchas veces tenemos en nuestras vidas. ¡Es difícil tener fe!
Bienaventuradas aquellas personas que creen, nos dice Jesús esta tarde.
Bienaventuradas todas aquellas personas que ayudan a creer, que son puente y trampolín para la fe, y no cadenas u obstáculos.
Hoy unimos nuestra voz a todas las comunidades del mundo para dar gracias por el papado de Francisco y pedimos por el colegio cardenalicio, para se ponga en manos del Espíritu Santo.