En memoria de papá

Un amigo colombiano me avisó de que quería recordar a su padre en el tercer aniversario de su muerte. Llamó a algunos amigos y les convocó para ir sencillamente a misa juntos un domingo por la tarde. Vino una pareja con dos niños. El más pequeño comenzó a gritar al comienzo de la misa y sin apenas conocerle ni a él ni a sus padres, lo tomé en mis brazos y le di un beso. Sólo tenía dos años. Él se calló y empezó a mirar las figuras de alrededor. Tras unos minutos se lo devolví a su padre más calmado. Al terminar la misa su hermano mayor entró en una capilla aledaña. El silencio denotaba un fuerte clima de oración. Yo me fui detrás de él y cuando comenzaba a romper el silencio le susurré al oído: «Mira, toda esta gente está rezando». Él con una sonrisa se puso a rezar el Padrenuestro. Cuando terminó nos fuimos a tomar un chocolate porque el que nos convocó quiso invitarnos. Tras una breve puesta al día, risas, comentarios, pajaritas de papel y juegos, nos despedimos con un abrazo de agradecimiento por haber querido compartir con el que nos convocó, aquella misa en memoria de su padre.


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad