Eligiendo un camino de felicidad. Quizá no sea el único. Quizá podrían aparecer otros. Pero sin duda este es uno que en la mejor voluntad y deseo conduce hacia la felicidad. Si este es el que se vislumbra con claridad en el horizonte, sea pues este mi elegido, el que desde siempre fue previsto para mí. Quiera, por tanto ese camino y quien anda y corre por él, recibirme y acogerme, para que ese alegre encuentro se produzca y llegue a fin.