Afortunadamente no seremos juzgados por los conocimientos ni por los rituales religiosos sino por haber vivido o no la compasión, la ternura, la misericordia y la solidaridad con nosotros mismos, en primer lugar, y con aquellxs que están a nuestro lado..
Todo se juega en este momento.
El vencimiento último, la cita con lo eterno, ¡es hoy!.