Los juicios y pre-juicios nos llevan a la colocación de etiquetas que más que unirnos a los demás, nos separan.
Cada día soy más consciente de esto y veo más de ello alrededor.
¿Vale la pena vivir así?
¿Es el mundo donde nos agrada vivir?
¿No nos cansamos de funcionar así?
Respeto es una característica faltante en nuestra vida cotidiana y de sociabilidad.
Nuestra tendencia a los juicios y pre-juicios nos llevan a la colocación de etiquetas que mas que unirnos a los demás, nos separan. Lo «Bueno» o «Malo» son resabios de un funcionamiento del ser que se calza los zapatos de la dualidad mental. Así el Ser camina con zapatos muy pequeños que producen mucho dolor.
El respeto sin juicios hacia los demás es el respeto sin juicio hacia nosotros mismos.
Si respetas tus propios colores verdaderos en la verdad (donde también existen el negro y los grises aunque no nos gusten), podrás respetar el de los demás en el amor.
Respétate en lo que realmente eres. Ámate en lo que realmente eres. Convive en paz con lo que realmente eres.