El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia. como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda la has destrozado. Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas.
Gracias, gracias; muchas gracias; muchísimas gracias, por hacerte presente entre nosotros en forma de un niño. Como ellos, tu cambias nuestra actitud, nuestra mirada y nuestra vida.