El obispo progresista José Raúl Vera bautiza en México a la hija de un matrimonio de lesbianas

Por segunda vez en unas pocas semanas vuelve a ser noticia el bautizo de la hija de una pareja de lesbianas. En esta ocasión ha ocurrido en México, en concreto en la ciudad de Monclova (estado de Coahuila). El obispo de Saltillo, José Raúl Vera, fue el que bautizó a la pequeña Natalia Cobas Badillo, de un año y cuatro meses de edad, hija de Lourdes Alejandra Badillo Cristal Yazmín Cobas. José Raúl Vera se ha significado como uno de los obispos católicos más aperturistas hacia la realidad LGTB.

Lourdes Alejandra Badillo y Cristal Yazmín Cobas contrajeron matrimonio en el Distrito Federal, primer territorio de México que aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, y posteriormente decidieron ser madres recurriendo a la reproducción asistida. El fruto de su amor es la pequeña Natalia, primera niña que fue registrada como hija de dos mujeres en el estado de Coahuila. Incluso después de conseguir la inscripción en el Registro Civil, la pareja tuvo que seguir luchando para que el Instituto Mexicano del Seguro Social afiliara a Natalia como hija de sus dos madres, lo que no lograron hasta enero de este año.

Ahora han decidido bautizarla, como católicas que son, y lo han conseguido de la mano del obispo José Raúl Vera, que ya en ocasiones anteriores ha destacado por su comprensión de la realidad LGTB, afirmando por ejemplo que hay que estar “malito de la cabeza” para pensar que homosexuales y lesbianas son depravados y que son los homófobos los que padecen una enfermedad mental. En 2011 el obispo de Saltillo llegó a dar su apoyo a un foro de diversidad sexual promovido por un grupo LGTB cristiano.

El bautizo tuvo lugar el pasado 25 de mayo en la iglesia de San Francisco de Asís, donde José Raúl Vera bautizó también a otros dos pequeños, hijos de matrimonios heterosexuales.

No se trata sin embargo de la primera vez que un el hijo de una pareja de lesbianas es bautizado de forma pública y con gran repercusión mediática. El pasado mes de abril era la pequeña Umma Azul, hija de Carina Villarroel y Soledad Ortiz, la que era bautizada en la catedral de Córdoba (Argentina), con el aval del arzobispado. Su madrina fue la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Dos gestos que muestran una vez más como los sectores progresistas de la Iglesia católica aprovechan el nuevo contexto que ha supuesto la llegada al papado de Francisco, cuyo esfuerzo por transmitir una imagen de renovación es indudable pese a no haberse producido aún cambio doctrinal alguno respecto a pontificados previos. Hasta qué punto estos sectores más aperturistas conseguirán movilizar a la institución frente a la presión de los más conservadores es algo que a día se desconoce…


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