Contemplando la viña de un Dueño que llama a sus colaboradores a trabajar en ella cada hora, cada minuto, cada segundo. Viendo cómo todos reciben el mismo pago al terminar el día. ¿Conocieron realmente los últimos que llegaron al dueño o al resto de viñadores? Yo los conocí y trabajé con ellos. Cuando al fin del día me fui a casa, no caí en pasar por caja, pero el Dueño vino a buscarme para darme eso mismo, aunque me pareció tantísimo más preciado que a ellos.