Antes de meditar en la vida de David, hay una cuestión que nos ayudaría a entender la persona de rey en el pueblo de Israel, el pueblo elegido por Dios. Dios se ha mostrado como su Dios protector y amoroso durante mucho tiempo. Los que dice I Samuel 8 es:
Israel quiere tener rey
Al hacerse viejo, Samuel nombró caudillos de Israel a sus hijos.
2 Su primer hijo, que se llamaba Joel, y su segundo hijo, Abías, gobernaban en Beerseba.
3 Sin embargo, los hijos no se comportaron como su padre, sino que se volvieron ambiciosos, y se dejaron sobornar, y no obraron con justicia.
4 Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a entrevistarse con Samuel en Ramá,
5 para decirle: «Tú ya eres un anciano, y tus hijos no se portan como tú; por lo tanto, nombra un rey que nos gobierne, como es costumbre en todas las naciones.»
6 Samuel, disgustado porque le pedían que nombrara un rey para que los gobernara, se dirigió en oración al Señor;
7 pero el Señor le respondió: «Atiende cualquier petición que el pueblo te haga, pues no es a ti a quien rechazan, sino a mí, para que yo no reine sobre ellos.
8 Desde el día en que los saqué de Egipto, hasta el presente, han hecho conmigo lo mismo que ahora te hacen a ti, pues me han abandonado para rendir culto a otros dioses.
9 Así pues, atiende su petición; pero antes advertirles seriamente de todos los privilegios que sobre ellos tendrá el rey que los gobierne.»
10 Entonces Samuel comunicó la respuesta del Señor al pueblo que le pedía un rey.
11 Les dijo:
—Esto es lo que les espera con el rey que los va a gobernar: Llamará a filas a los hijos de ustedes, y a unos los destinará a los carros de combate, a otros a la caballería y a otros a su guardia personal.
12 A unos los nombrará jefes de mil soldados, y a otros jefes de cincuenta. A algunos de ustedes los pondrá a arar sus tierras y recoger sus cosechas, o a fabricar sus armas y el material de sus carros de combate.
13 Y tomará también a su servicio a las hijas de ustedes, para que sean sus perfumistas, cocineras y panaderas.
14 Se apoderará de las mejores tierras y de los mejores viñedos y olivares de ustedes, y los entregará a sus funcionarios.
15 Les quitará la décima parte de sus cereales y viñedos, y la entregará a los funcionarios y oficiales de su corte.
16 También les quitará a ustedes sus criados y criadas, y sus mejores bueyes y asnos, y los hará trabajar para él.
17 Se apropiará, además, de la décima parte de sus rebaños, y hasta ustedes mismos tendrán que servirle.
18 Y el día en que se quejen por causa del rey que hayan escogido, el Señor no les hará caso.
19 Pero el pueblo, sin tomar en cuenta la advertencia de Samuel, respondió:
—No importa. Queremos tener rey,
20 para ser como las otras naciones, y para que reine sobre nosotros y nos gobierne y dirija en la guerra.
21 Después de escuchar Samuel las palabras del pueblo, se las repitió al Señor, 22 y el Señor le respondió:
—Atiende su petición y nómbrales un rey.
Entonces Samuel ordenó a los israelitas que regresaran, cada uno a la ciudad de donde venía.
Según dice mas adelante eligieron a un rey, Saul, un hombre no según el corazón de Dios sino la voluntad de su pueblo Israel. Dios era apartado de su amor y cariño para sustituirlo por un humano. Después veremos que Saul no era ejemplar en conducta y moral ni amaba a Dios como Samuel o David.
Hoy día, nuestro amor a Dios es sustituido por nuestro amor por las ganancias, el éxito, la posición social, etc. A Dios le entristecio que Israel le sustituyera por un humano imperfecto para gobernarles y cuidarles. hoy día, a Dios le sigue entristeciendo que le sustituyamos por cosas, otros valores, etc.
Ayer noche, estaba triste al terminar la oración, porque algunos la ritualidad le es mas importante que la espiritualidad( los momentos de oración, cántico, la Palabra de Dios, etc) y provoco unos momentos incómodos de desacuerdo entre un miembro y otro.
Evaluemos nuestro amor por Dios, fingido o real
Que el Señor os bendiga