Dios amigo

Puedo tratar como con amigo: “Veía que, aunque era Dios, que era Hombre, que no se espanta de las flaquezas de los hombres,  que  entiende  nuestra miserable  compostura,  sujeta  a muchas  caídas  por  el  primer pecado que Él había venido a reparar. Puedo tratar como con amigo, aunque es  el Señor” (Libro de la Vida 37, 6).