
Un dia seras libre de dar amor gratuito, un amor que no pide nada a cambio. Un dia incluso seras libre de recibir amor gratuito. A menudo se te ofrece amor, pero no lo reconoces. Lo descartas porque estas acostumbrado a recibirlo de la misma persona a quien se lo dabas. La gran paradoja del amor es que, precisamente cuando te has proclamado como hijo amado de Dios, has fijado los limites de tu amor y asi has contenido tus necesidades, comienzas a crecer en la libertad de dar en forma gratuita.
(Herni J.M. Nouewn, La voz interior del amor)