Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque al que pide se le da, el que busca encuentra y al que llama se le abre. Y si somos capaces de dar lo mejor que tenemos a la gente a la que queremos, ¡Cuánto más regalará nuestro Padre Celestial su Espíritu Santo a quien se lo pida!