Lc 18, 18-24: El joven rico. Lo tiene todo, lo económico y lo humano, pero nota que le falta algo. Cuando hemos domesticado a Dios, Él nos da una vuelta de tuerca más. Es el mismo Jesús el que nos lo pide todo y nos dice qué hacer. No adelantarme, que Jesús sabe pedir. El joven rico responde que no.