Tras recibir con alegría la petición de participar en una mesa redonda organizada en un colegio religioso concertado, nos dirigimos un viernes de invierno por la tarde camino de un colegio situado en Carabanchel. Nos animaba la posibilidad de compartir con estudiantes adolescentes nuestra experiencia como cristianas y cristianos LGTBI.
En aquella mesa nos encontramos con Álvaro Ros, presidente de It Gets Better España; con Federico Armenteros, presidente de la Fundación 26 de Diciembre.; Serge, un activista camerunés que tuvo que abandonar su país a causa de su activismo político; y Saliu, de Guinea Conakri, que se vio en la necesidad de huir porque su familia no aceptaba su realidad. Chema Álvarez fue como representante de CRISMHOM.
Álvaro Ros contó que It Gets Better surgió a partir de una iniciativa que nació en los Estados Unidos consistente en la difusión de videos con testimonios de personas acosadas por su realidad LGTB en colegios e institutos. El objetivo era evitar suicidios entre adolescentes y hacerles ver que no estaban solos/as. Actualmente crean “Alianzas de la Diversidad” entre estudiantes.
Federico Armenteros expone que el objetivo de su Fundación es visibilizar la realidad de las personas mayores LGTBI. Lamenta que el estereotipo actual de hombre homosexual se relaciona únicamente con el concepto de juventud. Relata el sufrimiento de muchas personas que durante sus años jóvenes y madurez escondían su realidad y que al llegar a la senectud no quieren ir a una residencia por temor a ser discriminados/as de nuevo. Actualmente su objetivo es crear espacios de encuentro entre personas mayores LGTBI. Comenta el drama que viven algunas personas LGTB que acaban viviendo en la calle porque están solas y que es necesaria una tutela para las mismas. Acaba su intervención incidiendo que hay mucha gente aún en el armario y que las cuestiones del rol de género que se arrastran por la realidad social.
A continuación Chema expuso la realidad de la vivencia en CRISMHOM, subrayando la importancia de que somos una asociación de diversidad que también incluye a los y las heterosexuales que nos acompañan.
Serge es un activista camerunés que tuvo que huir de su país natal por su activismo a favor de los Derechos Humanos. Explica que él no es homosexual pero luchaba por los derechos de las personas LGTB. La realidad en África es que de este tema no se puede hablar. Hay muchos países que tienen legislaciones que condenan y encarcelan a las personas LGTB. Algunos de sus amigos han sufrido este destino. Cuenta que en 2002 nace un movimiento entre los estudiantes para dar voz a quienes sufrían discriminación. Expone que la realidad es brutal: solo con la mínima sospecha de que puedas ser LGTB es motivo suficiente para una agresión.
Serge tuvo que cambiar varias veces de ciudad y al final tuvo que salir de su país. Inicio entonces un viaje que duró tres años hasta que llegó a España. Durante su periplo no pudo hablar acerca de la realidad LGTB porque también cabía la posibilidad de ser víctima de una agresión. La visión negativa de nuestra realidad está culturalmente muy extendida. Hay una tasa muy alta de suicidio entre los jóvenes por este motivo. Finalmente menciona que la persecución es tanto política como religiosa.
Saliu relata que huyó de Guinea Conakri debido a su homosexualidad y por los conflictos internos existentes en su país. En dicha nación la idea de que las personas homosexuales realmente no existen está muy extendida, aunque existen leyes expresas que condenan las relaciones entre personas del mismo sexo. Sufrió discriminación por tener pluma debido a que la cultura de su país es muy machista. Cuenta que intentaron medicarle para “curarle” la pluma. No obstante, topo con un médico que se las retiró y le animó a ser él mismo. Se dedicó a investigar si la homosexualidad existía. Termina su relato enumerando historias de su viaje a España, de su primer novio y de que se juntaba con hombres para ver si así se podía masculinizar.
Una vez acabadas las intervenciones, se pasa la palabra a los alumnos y alumnas. Una de ellas expresó que era musulmana y sus creencias chocaban con lo que ella sentía y creía. Se le anima a que haga caso a su corazón. Los alumnos también preguntan a Serge y a Salui dónde prefieren vivir. Comentan que prefieren España para no tener que volver a ningún armario.
Chema les pregunta si detectan LGTBfobia en su entorno. Desgraciadamente, los y las estudiantes expresan que sí y citan varios ejemplos.
Tras otro intercambio de impresiones entre estudiantes y profesores, se concluye la mesa redonda. El sabor que nos llevamos es que hay una luz de esperanza a la ver a nuestros jóvenes y adolescentes concienciados con la diversidad.