Controla tu propio puente levadizo

Debes decidir por ti mismo a quien y en que momento le das acceso a tu vida interior. Durante años, has permitido a los demás entrar y salir de tu vida de acuerdo con sus necesidades y deseos. Así, dejaste de ser amo en tu propia casa y te sentiste cada vez mas usado. Entonces, también, pronto quedaste cansado, molesto, enojado y resentido.

Piensa en un castillo medieval rodeado de un foso. El puente levadizo es el único acceso al interior del castillo. El señor del castillo debe tener la facultad de decidir cuando levantar el puente y cuando dejarlo caer. Sin esta facultad, puede ser victima de enemigos, extranjeros y vagabundos; nunca estará tranquilo en su propio castillo.

Es importante para ti controlar tu propio puente levadizo. Debe haber ocasiones en que dejes el puente levantado y tengas la oportunidad de estar a solas o únicamente con quienes sientas como allegados. Nunca te dejes convertir en propiedad pública, donde cualquiera pueda entrar y salir a voluntad. Podrías pensar que estas siendo generoso al dar acceso a quien quiera entrar y salir, pero pronto habrás perdido el alma.

Cuando reclames para ti el poder sobre tu puente levadizo, descubrirás nueva dicha y paz en tu corazón, y te descubrirás capaz de compartir la dicha y la paz con los demás.

(Herni J. M. Nouewen, La voz interior del amor)


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