Construyendo un puente: oración de conclusión

Dios amoroso, me hiciste tal cual soy. Te alabo y te amo, pues me creaste maravillosamente a imagen tuya. Pero cuando la gente se burla, me siento herido, desconcertado y avergonzado. Por favor, Dios, recuérdame mi propia bondad, que en Ti descansa.

Ayúdame a recuperar mi dignidad, la que Tu me diste cuando fui concebido. Recuérdame que puedo vivir una vida de amor, puesto que Tú creaste mi corazón.

Permanece conmigo cuando la gente me haga sentir inferior, ayúdame a responder como Tú quieres, con amor y respeto hacia quien me ofende y hacia mí mismo.

Ayúdame a encontrar amigos que me quieran tal cual soy, ayúdame sobre todo a ser una persona amorosa.

Y, ayúdame a recordar que Jesús me quiere, Él también fue visto como un paria, Él también fue incomprendido, Él también fue derrotado y escupido. Jesús me entiende y me ama con un amor especial, por el modo en que he sido creado.

Cuando me sienta solo, ayúdame a recordar que Jesús acoge a todos como amigos. Jesús nos recuerda que Dios ama a todos. Jesús nos anima a abrazar nuestra dignidad, incluso cuando otros no la reconozcan. Jesús ama a todo el mundo con el Amor que Tú le diste y me ama a mí.

Una cosa más, Señor: Ayúdame a recordar que para ti nada es imposible, Tú conoces la mejor manera de hacer las cosas, Tú puedes encontrar un modo de amarme, incluso si ahora mismo me cuesta verlo.

Ayúdame a recordar todo esto con el corazón que me has dado, Dios amoroso.
Amén

Oración de conclusión del libro “Construyendo un puente”, James Martin.


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