A veces has oido a tu madre o padre decir públicamente que todos sus hij@s son iguales para el/ella, sin distinción alguna por capacidades intelectuales, habilidades artísticas, deportivas, etc.
Puede que sea verdad pero a la hora de la verdad, dichos padres muestran con orgullo a aquellos hij@s mas habilidosos con éxito que aquellos que éxitos no tiene de momento.
Si habéis leído el post Lectura previa, A David le toco tener un conflicto con su familia sin buscarlo ni siguiera. el rey Saul fue un desastre como tal y Dios se había apartado de el por su rebeldía constante, por lo tanto Dios le manda al profeta Samuel a buscar al proximo rey que EL se encargaría de señalar no según sus habilidades físicas, intelectuales,etc, sino un espíritu mas conforme a la voluntad de Dios.
En el momento del encuentro con la familia Jesé, El patriarca reune a todos sus hijos que el cree son aptos para ser elegidos rey de Israel. Ninguno fue apto por Dios y aun faltaba alguien no convocado a la reunión familiar: David, el olvidado por su padre para tal honor, que estaba al cuidado de las ovejas en el monte. David fue elegido proximo rey, elegido por Dios conforme al corazón que tenia David hacia Dios, su habilidad mas que capaz para dicha responsabilidad.
De David se aprende varios lecciones:
1. Un corazón de pastor
Salmos 78:70-72
Escogió a su siervo David,
el que era pastor de ovejas;
lo quitó de andar tras los rebaños,
para que cuidara a su pueblo,
para que fuera pastor de Israel.
Y David cuidó del pueblo de Dios;
los cuidó y los dirigió
con mano hábil y corazón sincero.
2. Un corazón Humilde
1 Pedro 5:6
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios,
para que él los enaltezca a su debido tiempo.
3. Un corazón de siervo
Entre tanto, el espíritu del Señor se había apartado de Saúl, y un espíritu maligno enviado por el Señor le atormentaba.
Por eso, ordena a estos tus servidores que busquen a alguien que sepa tocar el arpa, para que, cuando te ataque el espíritu maligno, él toque el arpa y tú te sientas mejor.
Salmos 42:1-2 Mi esperanza está en Dios
Como ciervo sediento en busca de un río,
así, Dios mío, te busco a ti.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?
Que el Señor os bendiga