Sigues buscando pruebas de amistad, pero al hacerlo te haces daño. Cuando les des algo a tus amigos, no te quedes esperando una respuesta concreta, un agradecimiento. Cuando realmente crees que Dios te ama, puedes darles a tus amigos la libertad de responder a tu amor a su manera. Tienen sus propias historias, sus propios caracteres, sus propias maneras de recibir amor. Pueden ser mas lentos, mas inseguros o mas cautos que tu. Pueden querer estar contigo en formas que son autenticas y reales para ellos, pero poco comunes para ti. Confía en que quienes te aman quieren demostrarte su amor de una manera real, a pesar de que sus preferencias de momentos, lugares y formas sean diferentes de las tuyas.
Gran parte de tu capacidad para confiar en tus amigos depende de tu propia bondad. Cuando hagas un regalo en forma gratuita y espontánea, no te preocupes por los motivos. No digas para ti: “Tal vez hice este regalo para obtener algo a cambio. Tal vez hice este regalo para forzar a mi amigo a un acercamiento que no quiere” Confía en tus intuiciones.
Dales a tus amigos la libertad de responder como quieran y puedan. Deja que su modo de recibir sea tan libre como tu modo de dar. Entonces, te volverás capaz de sentir verdadera gratitud.
(Herni J. M. Nouwen, La voz interior del amor)